Cuando hablamos de herencias, lo primero que viene a la mente son los bienes y propiedades que los familiares pueden recibir tras el fallecimiento de un ser querido. Sin embargo, heredar también implica asumir las obligaciones del fallecido, lo que incluye sus deudas. El Código Civil (CC) regula los aspectos relacionados con la aceptación y renuncia de las herencias, y ofrece diversas opciones para evitar que los herederos se vean obligados a pagar deudas que no pueden o no desean asumir.
En este artículo, vamos a explicarte cómo funciona la herencia de deudas en España, qué opciones tienes como heredero para evitar cargar con deudas ajenas y qué consejos debes seguir para proteger tu patrimonio.
¿Qué ocurre cuando heredas deudas?
En España, al aceptar una herencia, no solo recibes los bienes y derechos del difunto, sino también sus obligaciones, incluidas las deudas. Esto significa que los herederos pueden verse responsables de las deudas que el fallecido no pagó en vida, lo cual puede suponer un problema, especialmente si la cuantía de las deudas supera el valor de los bienes heredados.
El artículo 659 del CC establece que la sucesión comprende tanto los derechos como las obligaciones del fallecido, y que estos pasan a los herederos. Sin embargo, el ordenamiento jurídico español ofrece diferentes alternativas para evitar que los herederos asuman más deudas de las que están dispuestos a gestionar.
Opciones ante una herencia: aceptar, repudiar o aceptar a beneficio de inventario
A la hora de gestionar una herencia en la que hay deudas, los herederos tienen tres opciones: aceptar la herencia pura y simplemente, aceptarla a beneficio de inventario o rechazarla. A continuación, te explicamos en qué consiste cada una de estas opciones.
1. Aceptación pura y simple de la herencia
La aceptación pura y simple implica que el heredero acepta la totalidad de los bienes y deudas del difunto, sin limitaciones. En este caso, el patrimonio del heredero se fusiona con el del fallecido, lo que significa que el heredero es responsable de las deudas con todos sus bienes, incluidos aquellos que ya poseía antes de la herencia.
Esta opción es la más arriesgada, ya que si las deudas del fallecido superan el valor de los bienes heredados, el heredero tendrá que responder con su propio patrimonio.
2. Aceptación a beneficio de inventario
La aceptación a beneficio de inventario es una opción mucho más segura para el heredero. Esta modalidad, regulada en los artículos 1010 y siguientes del CC, permite que el heredero acepte la herencia, pero manteniendo separados su patrimonio personal y el patrimonio heredado. De este modo, el heredero solo responde de las deudas del fallecido con los bienes de la herencia, sin que su propio patrimonio se vea afectado.
Para acogerse a esta opción, es imprescindible realizar un inventario detallado de todos los bienes y deudas de la herencia, y el heredero solo responderá de las deudas hasta el valor de los bienes heredados. Es una opción recomendable cuando se sospecha que el fallecido dejó deudas, pero el valor de los bienes heredados es suficiente para cubrirlas.
3. Renuncia a la herencia
La tercera opción es la renuncia a la herencia, que implica que el heredero rechaza tanto los bienes como las deudas del fallecido. En este caso, el heredero no recibe ningún derecho sobre los bienes del difunto, pero tampoco adquiere ninguna obligación respecto a sus deudas.
¿Cuáles son los plazos para aceptar o rechazar una herencia?
En España, no existe un plazo legal específico para aceptar o rechazar una herencia. Sin embargo, los herederos pueden verse presionados por los acreedores o por otros herederos para tomar una decisión rápidamente. En estos casos, se puede solicitar un requerimiento notarial, según el artículo 1005 del CC, que obliga al heredero a pronunciarse en un plazo de 30 días.
Es importante tener en cuenta que una vez que se acepta la herencia (sea de forma pura o a beneficio de inventario) o se rechaza, es una decisión irrevocable, no se puede cambiar de opinión. Por eso es crucial evaluar cuidadosamente los bienes y las deudas antes de tomar cualquier decisión.
Deudas más comunes en las herencias
Existen varios tipos de deudas que pueden formar parte de una herencia:
- Préstamos personales: Si el fallecido tenía algún préstamo personal, los herederos serán responsables de su pago.
- Hipotecas: Las deudas hipotecarias también forman parte de la herencia. En estos casos, los herederos pueden asumir la deuda o, si no les interesa la propiedad, vender el bien y liquidar la deuda con el dinero obtenido.
- Deudas fiscales: Las deudas tributarias, como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), también deben ser saldadas por los herederos.
- Gastos funerarios: En algunos casos, los herederos también son responsables de cubrir los gastos del funeral si el fallecido no los ha dejado cubiertos de antemano.
Consejos para evitar heredar deudas
Si sospechas que una herencia podría incluir deudas, es recomendable que sigas los siguientes pasos:
- Investiga el patrimonio del fallecido: Antes de aceptar la herencia, trata de averiguar la situación económica del difunto. Esto incluye revisar si tenía préstamos pendientes, hipotecas, deudas tributarias, entre otros.
- Solicita un inventario: Si no tienes claro qué bienes y deudas componen la herencia, lo mejor es aceptar la herencia a beneficio de inventario. De esta forma, podrás realizar un balance entre los activos y pasivos y evitarás posibles sorpresas. Si optas por la aceptación a beneficio de inventario, es necesario realizar un inventario exhaustivo de los bienes y deudas de la herencia. Este inventario debe incluir tanto los activos (propiedades, cuentas bancarias, etc.) como las deudas y obligaciones pendientes.
- Consultar con un abogado especializado: Dada la complejidad de las herencias, especialmente cuando hay deudas involucradas, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sucesorio. Un abogado podrá guiarte en la elección de la mejor opción para tu caso particular y asegurar que se cumplan todos los requisitos legales.
- Formalizar la decisión ante notario: Tanto la aceptación (pura y simple o a beneficio de inventario) como la renuncia a la herencia deben formalizarse ante notario. Este trámite es esencial para garantizar la validez legal de la decisión.
En conclusión, heredar no solo implica recibir bienes, sino también asumir las obligaciones que el fallecido dejó pendientes, incluidas sus deudas, pero existen mecanismos legales que te permiten proteger tu patrimonio y evitar responsabilidades innecesarias. La aceptación a beneficio de inventario de la herencia permite limitar la responsabilidad del heredero frente a las deudas del fallecido.
Si tienes dudas o te enfrentas a una herencia compleja, lo más recomendable es contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sucesorio, quien te guiará en cada paso del proceso y te ayudará a evitar posibles riesgos.